viernes, 1 de julio de 2016

PRÁCTICAS COTIDIANAS: La respiración consciente


Es cierto que en nuestra vida cotidiana respiramos, pero no lo es menos que solemos olvidarnos de la respiración de la respiración. El fundamento de la práctica de la atención plena consiste en llevar la atención a la inspiración y a la espiración, lo que se conoce como respiración consciente o atención plena a la respiración. Y, por más que se trate de algo muy sencillo, su efecto puede ser algo muy importante. En la vida cotidiana, nuestro cuerpo suele estar en un lugar y nuestra mente en otro. La atención a la inspiración y a la espiración restablece el contacto entre nuestra mente y nuestro cuerpo y nos permite estar súbitamente de nuevo aquí y ahora, completamente presente.
Respirar de forma consciente es como beber un  vaso de agua fría. Al inspirar, sentimos cómo el aire fresco penetra en nuestros pulmones. Y no es necesario, para ello, controlar la respiración. Basta con sentirla tal cual es, sin importar que sea larga o corta, superficial o profunda. La respiración consciente es la clave para reunificar cuerpo y mente y llevar la energía de la atención plena a cada instante de tu vida.
Independientemente de cuál sea nuestro clima interno, es decir, independientemente de cuáles sean nuestros pensamientos, nuestras emociones  nuestras percepciones, la respiración siempre está, como el más fiel de los amigos, con nosotros. Y siempre podemos, en consecuencia, por más desbordados que nos veamos por los sentimientos, arrastrados por las emociones o atrapados en los recuerdos del pasado o las expectativas del futuro, volver a la respiración para reunificar y anclar nuestra mente.

Práctica:

Siente, mientras inspiras y espiras, el flujo del aire entrando y saliendo de tus fosas nasales. Quizás, al comienzo, tu respiración no sea relajada, pero ya verás cómo, al cabo de un rato de respiración consciente, se sosiega, tranquiliza y aligera. Poco importa que estés paseando, cuidando el jardín, escribiendo en el ordenador o haciendo cualquier otra cosa porque en cualquier momento, puedes regresar a esta fuente tranquila de vida.
En tal caso puedes decirte:

Inspiro y sé que estoy inspirando
Inspiro y sé que estoy espirando

Quizás, al cabo de unas cuantas respiraciones, quieras abreviar esto diciendo simplemente: "dentro, fuera". Si sigues atentamente tu inspiración y tu espiración, tu mente dejará de pensar. Tu mente tiene ahora la oportunidad de descansar. En nuestra vida cotidiana pensamos mucho. Dar a nuestra mente la oportunidad de dejar de pensar en extraordinario.
"Inspiro y sé que estoy inspirando" no es un pensamiento, sino la sencilla constatación de algo que está ocurriendo ahora, de que estás inspirando y espirando. Cuando inspiras y llevas tu atención a la inspiración, unificas tu mente y tu cuerpo. Basta con una sencilla inspiración para reunificar mente y cuerpo. Y, cuando tu mente y tu cuerpo se unifican, vuelves a estar de nuevo en el presente.
"Inspiro y sé que estoy inspirando" es otra forma de decir "Inspiro y me siento vivo". La vida, con todos sus milagro (la puesta del sol, el cielo azul y las hojas del otoño), está dentro y fuera de ti. Es muy importante volver a tu hogar en el presente para conectar con todas las dimensiones curativas, refrescantes y nutrientes de la vida que te rodea y está en tu interior. Basta con una simple sonrisa para relajar todos los músculos de tu cara.

Inspiro y reconcozco el cielo azul.
Espiro y sonrío al cielo azul.

Inspiro y soy consciente de las hermosas hojas de otoño.
Inspiro y sonrío a las hermosas hojas de otoño.

Puede resumir estas afirmaciones diciendo "cielo azul" al inspirar y "sonríe" al espirar... y luego "hojas de otoño" al inspirar y "sonríe" al espirar. Este tipo de respiración te conecta con todos los milagros de la existencia. Entonces te nutres de la belleza de la vida. Te liberas de las preocupaciones y de los miedos. permaneces en contacto con tu respiración y con tu cuerpo. Tu cuerpo es una maravilla. Tus ojos son extraordinarios. Basta con abrirlos para conectar con todo un paraíso de formas y colores. También tu oído es extraordinario. Gracias a él puedes escuchar todo tipo de sonidos, desde la música hasta el canto de los pájaros y el rumor que el viento arranca a la copa de los pinos. Cuando prestas atención a la inspiración y a la espiración, vuelves a vivir en el momento presente, en el aquí y ahora que te conecta con la vida. Y esto es precisamente lo que te pierdes cuando te quedas atrapado en el pasado o en el futuro.

Inspiro y sigo todo el camino recorrido por el aliento al inspirar.
Espiro y sigo todo el camino recorrido por el aliento al espirar.

Quizás, al comienzo, sientas tu respiración forzada o extraña. Tu respiración es un resultado de tu cuerpo y de tus sentimientos. Por ello, cuando tu cuerpo está tenso o dolorido o cuando tus sentimientos son dolorosos, tu respiración se ve correlativamente afectada. Lleva toda tu atención a la respiración y respira poniendo en ello toda tu atención.

Inspiro y sé que estoy inspirando
Espiro y sé que estoy espirando.

Inspiro y sonrío a la inspiración.
Espiro y sonrío a la espiración.

No fuerces nunca tu respiración. Deja, si es corta, que siga siendo corta y no pretendas, si te  resulta desapacible, modificarla. No interfieras, fuerces ni trates de cambiar tu respiración. Sé simplemente consciente de ella y verás cómo, al cabo de un tiempo, su calidad mejora naturalmente. La atención plena a la respiración identifica y abraza nuestra inspiración y nuestra espiración al igual que una madre sostiene a su hijo en brazos y lo abraza tiernamente. Te sorprenderá ver cómo bastan unos pocos minutos para que la cualidad de tu respiración mejore. tu inspiración se profundizará, tu espiración se enlentecerá y tu respiración se tornará entonces más tranquila y armoniosa.
Inspiro y advierto que mi inspiración se ha profundizado.
Espiro y advierto que mi espiración se ha enlentecido.

Cuando descubras que tu inspiración y tu espiración se han sosegado, enlentecido y profundizado, puede ofrecer a tu cuerpo esa paz, esa tranquilidad y esa armonía. Quizás, en tu vida cotidiana, hayas descuidado o ignorado tu cuerpo, pero ahora ha llegado ya el momento de volver a casa, de reconocer la existencia de tu cuerpo, de familiarizarte con él y de hacerte amigo suyo.

Inspiro y soy consciente de mi cuerpo.
Espiro y libero todas mis tensiones corporales.

Se trata de un ejercicio muy sencillo, tan sencillo como un juego de niños. Quizás te resulte útil, para ello, colocar una mano sobre el viente. Advertirás que al inspirar tu estómago sube y al espirar tu estómago bajo. Sube y baja. Y este movimiento de ascenso y descenso resulta especialmente patente cuando estás acostado. Entonces eres consciente de toda la inspiración y de toda la espiración, desde el comienzo hasta el final. Respirar de este modo es un gozo. Ya no piensas en nada, ya no piensas en el pasado, en el futuro, en tus proyectos ni en tus sufrimientos. Respirar así es un placer, un recordatorio de la vida misma.

Inspiro y disfruto de la inspiración.
Espiro y disfruto de la espiración.

Después de haber ofrecido a tu cuerpo esa paz y armonía y de haberle ayudado a liberarse de la tensión, puedes identificar tus sentimientos y tus emociones.

Inspiro y soy consciente de los sentimientos dolorosos que hay en mí.
Espiro y sonrío a los sentimientos dolorosos que hay en mi.

Entonces hay un sentimiento doloroso, pero también una atención plena. La atención plena es como una madre que abraza amorosamente al sentimiento. La atención plena siempre es atención plena a algo. Cuando respiras atentamente, atiendes plenamente a la respiración. Cuando caminas atentamente, atiendes plenamente al hecho de caminar. Cuando bebes atentamente, atiendes plenamente al hecho de beber. Cuando estás atento a tus sentimientos, atiendes plenamente a tus sentimientos. La atención plena puede dirigirse hacia cualquier acontecimiento físico y mental, y siempre aporta reconocimiento y liberación.

El presente es el único momento verdadero. Tu tarea más importante consiste en estar aquí y ahora y disfrutar del momento presente.

-Thich Nhat Hanh-

Des de Kumara te invito a experimentar sumergiéndote en la atención plena, para poder así, disfrutar y dar lo mejor de ti, aquí y ahora, en el momento presente.

Feliz y consciente día

-Marta Pérez-

martes, 28 de junio de 2016

DEL TEMOR A LA LIBERTAD


¿A qué le temes? ¿A perder la juventud? ¿A perder a un ser amado? ¿A perder el dinero? ¿A perder la estima que otras personas le tienen? ¿A perder el control? ¿A perder la vida misma?. Cualquiera que sea tu terror secreto, debes saber que todos los temores vienen de la misma fuente: la percepción equivocada de que tenemos algo que perder.

Todo estrés emocional se desprende de ese error del intelecto. La verdadera naturaleza del Yo es la conciencia infinita e inmutable y, siendo como es la totalidad misma, no hay nada que se le pueda agregar a restar a su existencia. Ese Yo singular y completo es el que nace al mundo y lo abandona de la misma forma. "Nuestro sesgo materialista, nos obliga a continuar considerando que las moléculas son la fuente de la vida", escribe  Deepak Chopra en Ageless Body, Timeless Mind, "olvidando el hecho de que un cuerpo recién muerto contiene precisamente el mismo número de moléculas que tenía antes de morir, incluido un complemento completo de ADN.
En efecto, cuando yo muera mi cuerpo estará allí pero el médico dirá: "se ha ido". ¿Quién se habrá ido? Es cierto que algo abandona el cuerpo y ese algo soy yo. Yo no traje nada al mundo y no hay nada que me deba llevar cuando lo deje, salvo lo que soy. Todo lo demás que creo poseer es propiedad alquilada, incluido el cuerpo.
Cuando renunciamos al "sesgo materialista" comenzamos a apreciar la asombrosa unidad y fluidez de la existencia. No somos cuerpo sino unidad mente-cuerpo, no somos células sino recuerdos de las células, no somos estructuras moleculares sino la inteligencia que está detrás de la estructura, nos somos partículas cuánticas volátiles sino conciencia vibratoria indestructible que asume infinidad de formas. Todas las cosas pasan, pero yo soy eterno. Por lo tanto, ¿a qué podría temerle?.

La naturaleza de la conciencia es ananda: dicha pura. La naturaleza del temor es maya: ilusión. El temor es una idea equivocada de lo que somos en realidad y de nuestro verdadero propósito en la vida. Cuando la percepción y el propósito son claros, la luz de la conciencia disipa el temor, de la misma manera que la luz disipa la oscuridad. Sin temor no se activa el estrés y al no existir esa reacción desaparece la causa principal del envejecimiento y la enfermedad.

Queda claro que el Ayurveda ofrece una perspectiva tan diferente del enfoque materialista de la cultura occidental moderna como la mecánica cuántica con respecto a la física clásica. La ciencia más antigua y la más moderna convergen en una misma idea: que la conciencia humana influye sobre el estado del universo físico, es decir, que la realidad es producto de nuestros pensamientos. En el veda hay un principio adicional que dice que todo aquello sobre lo cual ponemos nuestra atención crece. Estas ideas son el fundamento de un enfoque diferente para reducir el estrés y promover la belleza mediante técnicas de atención plena; el valor activo de la conciencia y el valor consciente de la acción. La atención plena es intencional, es optar minuto a minuto por el objeto sobre el cual enfocamos la mente.

Los seres humanos nos diferenciamos de los demás seres por el libre albedrío. A veces pensamos que se trata de hacer todo lo que deseamos, pero en realidad no se así. No tenemos una libertad ilimitada para actuar, en el sentido de que todas las acciones humanas corrientes (los milagros son un caso especial)  están sujetas a los límites de las leyes de la física. Tenemos libertad para actuar, pero solamente dentro de los límites de esas leyes; por ejemplo, no podemos ir andando de la Tierra a la luna. En esencia, libertad no es sinónimo de actuar como queramos, sino de prestar atención al escoger, es decir, aplicar el poder de la atención -aplicar nuestra conciencia- a aquello que deseamos. Esta capacidad es verdaderamente ilimitada. En el plano de la conciencia podemos volar sin máquinas, viajar a mayor velocidad que la luz y hasta contemplar la mente de Dios, si así lo deseamos. Podemos imaginar la peor maldad del mundo, o la mayor bondad. Podemos concebir lo inconcebible. En realidad, la capacidad para escoger un pensamiento diferente o un propósito diferente a cada momento es nuestra libertad absoluta. La atención consciente también es el aspecto de nuestra existencia sobre el cual ejercemos autoridad completa y definitiva. Sin embargo, renunciamos  constantemente a ese poder actuando sin atención, permitiendo que los pensamientos y los sentimientos destructivos dirijan nuestra vida, y aceptando pasivamente las circunstancias dadas y las percepciones o los significados aprendidos como si fueran verdades absolutas. Dejamos de cuestionar, dejamos de indagar, dejamos de asombrarnos, dejamos de oír, dejamos de tratar y nos contentamos con una gama muy reducida de posibilidades. Además, nos aferramos a nuestra visión limitada, creyendo falsamente que es lo máximo a lo cuál podemos aspirar.

Esto lo hacemos no solamente como individuos sino como comunidades y sociedades también. Los autores de Thinking Body, Dancing Mind cuentan la historia de la carrera de Roger Bannister que rompió la marca mundial como ejemplo sorprendente del poder mutilador de las creencias colectivas. Antes de romper la barrera de la milla en cuatro minutos en 1954, cincuenta revistas médicas habían publicado estudios que "demostraban" que los seres humanos, por constitución, eran incapaces de correr a esa velocidad; y en el mundo del deporte, esa afirmación fue aceptada como un hecho. Sin embargo, en el período de dieciocho meses que siguió a la hazaña "imposible" de Bannister, otros cuarenta y cinco atletas hicieron lo mismo. ¿Acaso todos esos deportistas mejoraron sus marcas por casualidad durante ese corto tiempo? "Una explicación más probable", escriben Huang y Lynch, "es que una vez rota la barrera de los cuatro minutos, todos se convencieron de que podría romperse de nuevo".

El Ayurveda ofrece otra estrategia de vida basada no en el conocimiento de las moléculas sino en el conocimiento de la conciencia, campo de todas las posibilidades. Esta visión nos enseña a aprovechar al máximo nuestra libertad para escoger lo que deseamos pensar y creer, y dónde fijar nuestra atención, con la certeza de que todo aquello sobre lo cual ponemos nuestra atención crece. Si permitimos que la mente se encierre en la desgracia, la vida será desgraciada. Si ejercemos nuestro poder para escoger -el poder de todas las posibilidades- podremos transformar hasta la desgracia en milagros.

"La mayoría de las personas tienen puesta su atención en la forma de curar las desarmonía física, por ser ésta obvia y tangible. No se dan cuenta de que las verdaderas causas de la miseria humana son las trabas mentales como la preocupación, el egoísmo y demás, y su ceguera espiritual frente al significado esencial de la vida"      -Paramahansa Yogananda-

-Pratima Raichur-

lunes, 27 de junio de 2016

EL ESTRÉS ES UN PUNTO DE VISTA


El estrés es la causa principal de los problemas de la piel, el envejecimiento y la enfermedad. Pero ¿en qué consiste el estrés?. El estrés no es inherente a ninguno de los acontecimientos de la vida; los acontecimientos se convierten en fuente de estrés cuando les asignamos un determinado significado según nuestro condicionamiento y conocimiento. A un habitante de la ciudad un encuentro con una serpiente puede provocarle un susto mortal, mientras que para un encantador de serpientes es parte de su trabajo diario. La respuesta del estrés es solamente eso: una reacción fisiológica específica desencadenada por un pensamiento. El factor desencadenante no es la circunstancia objetiva sino la interpretación subjetiva. si podemos cambiar nuestra ida acerca de una circunstancia, modificamos la respuesta del cuerpo.

Los científicos calculan que por la mente de una persona corriente pasan cerca de sesenta mil pensamientos todos los días. De ellos, el 90% corresponde a pensamientos del día anterior. Cuando "cambiamos la idea", es decir, cuando nos liberamos de los viejos patrones de pensamiento o trascendemos más allá de la mente a través de la meditación, generamos dos efectos que nos liberan de las enfermedades. Primero, hay un cortocircuito en las respuestas condicionadas y los factores que toda la vida nos produjeron estrés ya no nos llevan a reaccionar de la misma forma. Segundo, la neuroquímica se modifica espontáneamente. El ciudadano temeroso y el intrépido encantador de serpientes envían mensajes químicos completamente diferentes a sus células debido a sus distintos puntos de vista. uno de los mensajes puede crear venenos dentro del cuerpo, mientas que el otro provoca dicha.

La materia de la que se compone el cuerpo humano se recicla a través del Universo constantemente. El polvo del que estamos hechos no es el mismo que dejamos al morir, sino que a través de la reacciones bioquímicas se intercambia constantemente durante el transcurso de nuestra vida con otros tipos de polvo cósmico; las partículas invisibles que se desplazan a toda velocidad por el aire. Al mismo tiempo, el 98% de nuestras células muere y es renovado cada año; el tejido cutáneo se regenera cada mes. Esto significa que, en el plano material, todos nos renovamos totalmente cada año (aunque las partículas de repuesto son tan viejas como el Universo mismo). La razón por la cual continuamos viéndonos iguales es porque continuamos pensando igual. Mientras no cambiemos la memoria de la células -la inteligencia que dirige el crecimiento -no podremos modificar su manifestación.

Esta noción concuerda con la enseñanza védica de que nos convertimos en lo que pensamos. La lección de la ciencia de la unidad mente-cuerpo, tanto la antigua como la moderna, es que la mente y las emociones -es decir, la percepción y el significado -son tan importantes para la salud como el agua y una alimentación apropiada. Cuando comprendemos esta verdad no podemos hacer otra cosa que formularnos las preguntas existenciales de fondo: ¿Qué es lo que pienso y siento? ¿Por qué ciertos sucesos me sacan de mis casillas? ¿Cómo podría reducir el estrés en mi vida? ¿Qué me haría feliz? ¿Cuál es mi propósito? ¿Quién soy? Como veremos, las respuestas a estas preguntas son la clave para liberarnos de los efectos del estrés.

La respuesta de estrés es la reacción programada del cuerpo frente al temor. En tiempos de la prehistoria, cuando los garrotes y la astucia eran nuestras únicas arma, el mundo natural representaba una amenaza real y constante para la vida humana. Se necesitaba una gran fuerza física para sobrevivir al ataque de un hombre o de una bestia, ya fuera para vencer al atacante o correr para ponerse a salvo. El temor era la señal del cerebro para producir la corriente de adrenalina e intensificar otras respuestas psicofisiológicas que les permitieran a nuestros ancestros sobrevivir. Nuestro problema en esta época, es que este mecanismo primitivo es como un bombero bien entrenado: responde con igual eficacia a todas las alarmas, aunque algunas sean falsas. en la actualidad son pocas las personas que se ven en la necesidad de defenderse de un ataque físico real y, no obstante, muchos de nosotros vivimos en un estado de reacción perpetua debido al ritmo y las presiones de la vida contemporánea. Como la unidad mente-cuerpo no puede diferenciar entre los temores reales y los imaginarios (si pudiera no despertaríamos de una pesadilla con el corazón palpitando a toda velocidad) debemos encontrar la forma de adaptarnos a esta sobrecarga de exigencia a fin de evitar sus efectos nocivos para la piel y el cuerpo.

"Una percepción", dice Ashley Montagu en Growing Young "es una sensación dotada de significado". Todos nacemos con la capacidad para reconocer dos sensaciones básicas: el placer y dolor. Al primero reaccionamos instintivamente con satisfacción, y al segundo con aversión, es decir, con equilibrio o con estrés. Con el paso de los años aprendemos a referirnos de muchas maneras a esos sentimientos contrarios: tranquilidad y angustia; satisfacción y frustración; felicidad e infelicidad. Pero todos aquellos son sencillamente variaciones sutiles de las emociones primordiales del ser humano: el amor y el temor. Cada uno de nosotros tiende a convertir el dolor y el temor en respuestas emocionales especificas dependiendo de nuestras constitución innata, En efecto, todos los rasgos mentales negativos -depresión, ira, deshonestidad, duda, envidia, deseo de dominar, etc,- emanan del temor o de la falta de experiencia de la totalidad, lo cual es en esencia lo mismo.

"Uno de los mayores descubrimientos de mi generación fue que los seres humanos pueden cambiar su vida cambiando sus actitudes mentales"  -William James-


miércoles, 22 de junio de 2016

EL EQUILIBRIO A TRAVÉS DE LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS


El Ayurveda enseña mucho más que los secretos de una piel perfecta; enseña el camino hacia una vida sublime. Sin embargo, lo que hace que el Ayurveda sea el máximo conocimiento holístico es que nos enseña a alcanzar esa perfección a través de las actividades más sencillas de la vida. El medio es la práctica de las sadhanas. Cuando organizamos nuestras actividades diarias, incluidas las terapias de purificación, en una rutina coherente encaminada a tener un estilo de vida equilibrado, decimos que esas actividades son sadhanas.

Este vocablo sánscrito ser traduce generalmente como"disciplina" o "práctica" diaria. Aunque podría decirse que ese significado es literal, no comunica el espíritu del término. El sadhana implica autodisciplina y a veces práctica, y hasta ayuda a fortalecer el carácter. Sin embargo, su intención se realiza no sólo a través del cumplimiento del deber sino mediante la entrega y el goce del acto mismo. Esta capacidad de entregar por completo el corazón y la mente a cada tarea que realizamos es la esencia de la gracia y la belleza. Es la forma de dejarse llevar por el tiempo para vivir siempre en el presente, en el cual se experimenta el equilibrio dinámico.

La vida es de por sí una "disciplina" y una "práctica"; un ciclo continuo de actos simples y rutinarios como hacer la cama, cepillarse los dientes, vestirse, ir al trabajo,leer los mensajes del correo electrónico, asistir a reuniones, pagar las cuentas, hablar con los amigos, preparar la cena, lavar los platos y acostar a los niños. Esto no es exclusivo de la condición humana. Toda la naturaleza evoluciona a través de la rutina y la regularidad, como lo analizamos más adelante. La rutina de la naturaleza se manifiesta en las mareas, las órbitas planetarias, el ritmo de los días, el ciclo estacional, el crecimiento inexorable de la semilla que se convierte en planta, luego en árbol y finalmente en fruto. Lo que diferencia a la condición humana del resto del mundo natural es nuestra capacidad consciente para escoger lo que hacemos; y en este acto de la voluntad radica la diferencia entre las rutinas esclavizantes y las sadhanas.

Prefiero definir las sadhanas como toda actividad realizada con una actitud espiritual o lo que otros denominan "atención plena" o concentración. La atención plena es el acto de tener toda la mente enfocada en la actividad que se está realizando en el momento mismo en que se está realizando. En la infancia lo hacemos sin esfuerzo alguno. Al no tener el concepto de pasado o futuro, podemos vivir con toda naturalidad en el presente. Pero a medida que maduramos, nuestras facultades cognoscitivas, con el apoyo total de nuestras emociones tensionadas, comienzan a interferir con la naturaleza planteando una serie interminable de "buenas razones" por la cuales la mente debería estar en otra parte y no con nosotros. Cuando llegamos a la edad adulta es tal la preocupación de la conciencia -tan grande la cantidad de pensamientos- que necesitamos hacer un esfuerzo consciente, o por lo menos tomar una decisión consciente, para estar atentos en todo momento.

Sadhana es el ejercicio voluntario de la conciencia, el acto continuo de escoger el objeto de nuestra atención. Como implica una opción, también implica deseo: la voluntad de realizar una tarea; en este caso, la tarea de crear la integridad interior. En otras palabras, sadhana es todo acto realizado con todo el corazón, el alma y la voluntad. En su sentido más profundo, es un acto de devoción. A través de la atención y la intención de una sadhana, elevamos a la categoría de lo sublime hasta la actividad más trivial y, al hacerlo, atraemos el mayor apoyo para nuestro acto. Ése es el propósito de la sadhana: atraer el éxito a todo lo que hacemos por medio del poder de nuestra conciencia. Si alguna vez ha presenciado la actuación de un ganador de la medalla de oro en los Juego Olímpicos, habrá visto lo que es actuar con plena atención. Si es así, usted no necesita enseñanzas del Ayurveda para saber que cualquier acto realizado con entrega y con la conciencia enfocada en un solo punto produce resultados más poderoso.

El Ayurveda explica este fenómeno por el hecho de que aquello en lo cual ponemos nuestra atención florece. La atención es energía, y la energía conlleva fuerza. Cuanto más enfocamos nuestra atención en un pensamiento o actividad, más poder adquiere dicho pensamiento o acción y mayor es la esfera de influencia de su efecto. Así, cuando la realizamos teniendo presente el espíritu -aportamos equilibrio a un nivel más profundo de la vida y producimos efectos más holísticos. Toda acción realizada con calidad de sadhana no solamente conduce a un resultado más profundo sino que tiene una influencia más sáttvica -es decir, más evolutiva- sobre nosotros y nuestro medio ambiente.

Con el éxito de la acción vienen la realización y el cumplimiento de nuestros deseos, los cuales constituyen la base de la felicidad. Cuando comprendemos que realizar sadhanas -y ejecutar todos nuestros actos como si fueran sadhanas- es el secreto para alcanzar el más elevado placer, entonces toda acción se convierte en oportunidad para lograr la belleza verdadera, y la "disciplina" misma se convierte en un trabajo de amor. Cuando nos entregamos completamente a lo que hacemos, ganamos independientemente de cuál sea el resultado final, porque habremos disfrutado el proceso en su plenitud. En este "fluir" no somos presa del deseo de alcanzar un determinado resultado, puesto que experimentamos un sentido de realización en todo momento durante el camino. Paradójicamente, al liberar de esta manera nuestra atención del pensamiento de alcanzar el éxito, creamos la concentración necesaria para alcanzarlo. De esta manera, al trabajar en sadhana transformamos la cotidianidad y la rutina de la vida diaria de una experiencia limitante en un medio de liberación.

En efecto, el principio de realizar sadhanas es inseparable del principio de la rutina; y a medida que lea acerca de las distintas terapias, usted verá que en los tratamientos ayurvédicos la estación y la hora del día son importantes muchas veces. pero el propósito de esa rutina no es cumplir con unos horarios, sino alcanzar el equilibrio entre nuestro "ambiente" interno y el exterior. Esa armonía interna y externa es el fundamento de la belleza verdadera.

"La mas larga caminata comienza con un paso" -Proverbio hindú-

Pratima Raichur

lunes, 20 de junio de 2016

LOS COLORES DE LA ROPA SEGÚN EL AYURVEDA


Las terapias ayurvédicas con el color suben el ánimo y traen a la superficie el resplandor interno. Al igual que las terapias con aromas, son remedios "instantáneos" que se pueden utilizar hasta en los días de mayor ajetreo, puesto que requieren un mínimo de tiempo y esfuerzo.
Escoger los colores de la ropa de acuerdo con el Ayurveda significa alegrar el guardarropa (o la casa o la oficina) con colores que contribuyan realmente a avivar el estado de ánimo. Cuando estamos felices nos vemos radiantes; ésa es la esencia  de la belleza ayurvédica.
No pretendemos sugerir que usted escoja para su ropa el color que se acomode a su constitución, porque un esquema monocromático puede aburrir fácilmente. Es solo cuestión de tener presente el color como otro medio para crear equilibrio, y escoger los colores de la ropa de acuerdo con la atmósfera que desee crear para la ocasión  el día.

Color para el  estado de ánimo:

Vata (angustia, temor, exceso de estímulo: necesita colores cálidos, apagados y  calmantes.
Prefiera: dorado, naranja, amarillo, blanco verdoso o azulado, púrpura oscuro, añil; los colores oscuros como el marrón ayudan a afianzar cuando se usan con moderación.
Evite: el rojo vivo

Pitta (Ira, frustración, celos, hostilidad, agotamiento): necesita colores fríos, suaves, sedantes.
Prefiera: blanco, azul o verdes suaves, pasteles.
Evite: colores vivos u oscuros, negro.

Kapha (depresión, sufrimiento, letargo, embotamiento): necesita colores cálidos, estimulantes, vivos pero claros.
Prefiera: rojo vivo, naranja, amarillo.
Evite: rosa, blanco, azul, verde, marrón.



Patrima Raichur

lunes, 30 de mayo de 2016

¿QUE SON LOS REGISTROS DE SANACIÓN AKÁSHICA?


¿CONOCES LOS REGISTROS DE SANACIÓN AKÁSHICA?
El nombre de "registros akáshicos" no es casualidad. Akáshico, en sánscrito, está compuesto de Akasha, sustancia energética de la cual emana toda vida (espacio cósmico, vehículo de luz) y registro (o archivos) ya que el objetivo es grabar y registrar todas la experiencias de la vida.
Accediendo a los registros akáshicos, estamos atrayendo nuestro pasado y nuestro futuro al momento presente. A través de los registros podemos identificar, liberar y nutrir todo aquello que hemos creado... Y así, es como comenzamos a crear nuestro propio presente.
Entre otra mucha información, nos ayuda a descubrir la verdadera razón por la cuál estamos encarnados aquí y ahora. También nos ayuda a manifestar nuestro verdadero potencial y a entender plenamente el presente desde un punto de vista más evolucionado. Se trata de que puedas recibir la información que necesitas y que estás en condiciones de asimilar. A través de ahí, se sanan miedos, angustias y bloqueos de esta vida y otras pasadas. Al sanar internamente, las situaciones de tu entorno comenzarán a resolverse y tu forma de vivirlas cambiará.
Metodología:
La lectura de sanación la realizo a distancia para acceder a la información y liberar los bloqueos que se encuentran en tu sistema energético, conectando a un nivel muy profundo y verdadero con la parte más sabia de tu alma. Y una vez realizado el trabajo a distancia nos encontramos individualmente en una sesión de una una hora y media aproximadamente, donde te explico todo, para tu comprensión y aprendizaje. Y donde te proporciono herramientas para que trabajes y afiances tu confianza en tus dones y posibilidades. Y posteriormente, te envío un informe detallado de tu registro.
Y antes de terminar, es importante que tengas presente algo muy importante: no dudes de ti. Todo el mundo es capaz de abordar su pasado, presente y futuro. Y por supuesto, tú también.
Opciones:
- Perfil individual: sanación de los bloqueos más importantes que es prioritario liberar y comprender en estos momentos, más el perfil espiritual de tu alma: dones, talentos y habilidades, lecciones que estás aprendiendo en estos momentos, misión de vida, energía dominante, etcétera.
- Lectura de parejas: comprendemos lo que dos almas han venido a compartir y el sentido del encuentro entre dos personas. En qué medida esta relación está alineada con tu camino individual, y la liberación de los bloqueos que os están limitando.
- Sanación de sistemas familiares: sanación de los bloqueos más importantes, tuyos y de los miembros de tu familia, que os están afectando en estos momentos, para así poder liberarlos y comprenderlos.
- Limpieza de viviendas y propiedades: liberamos y armonizamos tu vivienda y/o local, de todas las energías que ya no son armónicas y que afectan a las personas que lo habitan.
-Marta Pérez-

viernes, 27 de mayo de 2016

TERAPIA CON MASAJES

 

"Donde comienza el contacto físico, comienzan el amor y la humanidad". -Ashley Montagu-

El tacto es tan fundamental para la vida que los niños recién nacidos privados del contacto físico con otras personas pueden llegar a morir aunque se satisfagan todas sus demás necesidades básicas. Y, al revés, los lactantes que son acariciados con regularidad desarrollan mayor inmunidad frente a las infecciones y enfermedades. A pesar de esta evidencia, cuando ya somos demasiados grandes para sentarnos en la rodillas de nuestros padres y llegamos a la madurez, en nuestra sociedad tenemos pocas oportunidades de ser acariciados. Aunque consideraríamos un castigo cruel y extraño privar a una persona vidente del estímulo visual o a una persona oyente del sonido y la música, muchos de nosotros pasamos días y semanas enteras sin un abrazo consolador o una caricia suave de otro ser humano. Salvo por los pocos minutos que estamos en el baño o la ducha, la mayoría ni siquiera dedicamos un tiempo para consentir y tocar nuestra piel, aunque  es el único órgano del cuerpo totalmente expuesto a la vista y siempre al alcance de los dedos.

El contacto físico nutre la vida tanto como los alimentos. Sin embargo, pese a la riqueza material del mundo occidental, parecemos una sociedad hambrienta de experiencias táctiles. Esto no suele suceder en la India donde, conforme  a las enseñanzas del Ayurveda, muchas familias tradicionales practican con regularidad el masaje en sus hogares. Los lactantes, por ejemplo, reciben un masaje al nacer y todos los días de allí en adelante durante los tres primeros años de vida, mientras que las parturientas, reciben un masaje especial durante los cuarenta días siguientes del parto. Los niños continúan recibiendo masajes con cierta frecuencia hasta la adolescencia.

Es verdaderamente desafortunado que los niños mayores y los adultos no reciban caricias y abrazos en las sociedades occidentales, porque mucho en la vida depende de las funciones de la piel. Siendo el órgano del tacto y la sensación, la piel es el punto de contacto y defensa entre nosotros y la humanidad, y entre nosotros y el medio ambiente. Sus nervios, vasos y glándulas llevan información vital y nutrientes a todos los demás órganos y nos ayudan a regular las funciones críticas del cuerpo, entre ellas el control del  agua y la temperatura, la absorción, la secreción y la excreción. Las investigaciones recientes, demuestran que también desempeña un papel importante dentro de la respuesta inmune del cuerpo.

En un corte de piel del tamaño de una moneda hay tres millones de células, cien o más glándulas sudoríparas y un kilómetro de vasos sanguíneos. Con más de seiscientos cuarenta mil receptores sensoriales de todo tipo, la piel está en comunicación constante con el cerebro, incluso durante el sueño. Por supuesto, la piel también es fuente de sensualidad y placer erótico, especialmente en las zonas especializadas como los labios, los pezones y los genitales, donde hay mayor abundancia de terminaciones nerviosas. "No hay otra relación en la cual participe la piel tan totalmente como en la del acto sexual", anota -Montagu-

La piel es nuestro segundo cerebro: distingue, piensa, sabe, comunica, siente, produce y recibe amor. ¿Acaso podemos maravillarnos entonces de que el estímulo del más grande órgano sensorial tenga efectos de gran alcance sobre nuestra salud y bienestar?

-Pratima Raichur-